domingo, 7 de marzo de 2010

El Silencio del Silencio


El Silencio del Silencio.


Ser nazareno del Santo Crucifijo de la Salud y de Mª Stma. de la Encarnación me ha marcado, y de qué forma... La peor de mis pesadillas se hacía realidad: Sentirme invisible. Es una sensanción tan extraña... puedes verlos a todos, y sin embargo, nadie te ve; nadie... a excepción de una madre, claro está; como dice el refrán: "Madre no hay más que una", y la mía es, permitanme la expresión: Una "madraza".


Los Cofrade del Silencio hablan de una forma totalmente diferente, hablan con su andar penitencial, con el crujir de sus espartos, con el sonido metálico de las cadenas al rozar con los fríos adoquines, al son de ese tic-tac de compases... hablan de tantas formas, sus silencios transmiten tanto... oración, respeto, reflexión recogimiento...


Y es que...


El silencio del silencio

un arcángel lo ha guardado

San Miguel con puro incienso

a Dios Padre lo ha alabado.


Esa cruz de plata

ya está en la calle

como si fuera una beata

se planta con ese talle.


Nazarenos de negro

silentes y en regocijo

proclaman que Quien se acerca

es el Santo Crucifijo.


A veces me siento triste

cuando menciono tu nombre

porque pienso que un día fuiste

amortajado por hombre.


Por eso Cristo al mirarte

me siento desconcertado

ya tengo ganas de verte

el Domingo Resucitado.


Negros silencios

siempre en penitencia

son momentos que presencio

en mi grata adolescencia.


Adrián Muñoz Vicenti.

27/03/09


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