viernes, 14 de marzo de 2014

"Mucha gente utiliza a Dios como si fuese un supermercado..."



La hermandad del Santo Crucifijo afronta ya la recta final de su quinario, que está predicando el vicario parroquial de San Miguel, don Manuel Jesús Barrera Rodríguez. Concelebrada la eucaristía de nuevo por el párroco de San Miguel y director espiritual perpetuo de la entidad nazarena, don Ángel Romero Castellanos, el predicador se centró en aspectos concretos de la vida diaria de cualquier hermandad o cofradía, para poco a poco ir ajustando su discurso a las necesidades de la cofradía que preside José Gallego Márquez.

"Mucha gente utiliza a Dios como si fuese un supermercado", comenzó afirmando el sacerdote, que llegó a cuestionarse si "detrás de todas las colas interminables en los besamanos o besapies, no está la superstición o la magia, más que la verdadera fe". Ante la rotundidad de estas afirmaciones, el sacerdote las matizó, afirmando que le producía sensación de "pena ver cómo los jóvenes se acercan a los besamanos y besapies, y al estar cerrados por estar celebrándose la santa misa, no hay una simple muestra de respeto, un arrodillarse ante el Santísimo, una simlpe genuflexión... ¿En qué estamos fallando, nosotros, los curas, los primeros?", llegó a preguntarse el vicario.

"¿En qué fallamos, todos, cuando no sabemos discernir lo esencial, de lo estético? El mundo de las cofradías, a la hora de referirnos a Dios, roza en muchas ocasiones la superstición y la magia, y esta situación nace porque no sabemos dirigirnos a Dios, queremos manipularlo, no cumpliendo su voluntad". Ante esta situación, y siguiendo su discurso optimista de anteriores sermones, el cura indicó que "hay soluciones, no todo está perdido. Vivimos el ser cofrade como una carga, como una obligación, y como afirma el papa Francisco, un cristiano que no está alegre es que no ha conocido al verdadero Dios".

Por último, el predicador se interesó por los más jóvenes de la cofradía, y animó a los dirigentes de la cofradía a "no vaciar de contenido la estación de penitencia. Los costaleros más jóvenes apenas si vienen a la iglesia, hay nazarenos que no respetan la túnica, que es un hábito sagrado... Caemos en la trampa de la religiosidad popular por falta de cultura y por falta de Cristo. Y ante esta situación debemos formarnos, y formar a los más jóvenes. Lo que nos falta en las hermandades es trabajar todos por el Evangelio".

El quinario al Santo Crucifijo de la Salud y María Santísima de la Encarnación continúa hoy, viernes, a partir de las ocho de la tarde con el rezo del Santo Rosario, lectura del ejercicio del quinario y posterior eucarístía, que dará comienzo a las ocho y media de la tarde, y que será de nuevo orquestada por el maestro Ángel Hortas.

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